Nota en Infobae: Escapada de fin de semana largo: ¿se logra realmente descansar?

\»Es productivo hacer una escapada a los fines del descanso, pero cuidado con las expectativas: no vamos a lograr el descanso que logramos en vacaciones cuando se trata de pocos días. Los preparativos y las congestiones vehiculares hacen las veces de graves causantes de estrés en una pequeña escapada. Aunque cierto descanso se va a lograr por el cambio de ambiente, eso refresca la rutina\», explicó Gabriela Martínez Castro, especialista en trastornos de ansiedad.

Y agregó: \»Lo más estresante de los preparativos es la preocupación de no olvidar nada, y la anticipación mental de algún inconveniente o accidente durante el viaje\».

Según la especialista, no es tan agobiante cuando es una escapada en pareja o de adultos. La complicación surge cuando se trata de una familia numerosa en donde la organización tiene que ser mayor y se debe satisfacer a varias personas a la vez en un corto período de tiempo.

\»Hay personas ansiosas o preocupadizas que, frente a las preparaciones previas, consideran más relajante quedarse en casa, lo cual es verdadero\», señaló Martínez Castro, al tiempo que explicó que se necesitan al menos quince días para lograr desconectarse, ya que en la primera semana aún se continúa con la inercia de la sensación de obligaciones y preocupaciones y recién en la segunda se logra el verdadero descanso.

Pero no es igual para todos, por lo que es determinante definir previamente cuál es el objetivo de cada uno cuando se hace una escapada de fin de semana. Algunos viajan para relajarse, otros simplemente para cambiar el paisaje y, de paso, desconectarse.

\»Me parece más interesante preguntarse: ¿por qué si alguien quiere descansar tiene que aislarse del lugar donde habita? Esto implicaría que la persona supone o siente que en el contexto habitual hay situaciones que le van a interferir en esa intención de descanso. Es cierto que muchas veces uno está en los lugares de todos los días, en lo cotidiano, y aparecen cosas para hacer. A la persona que quiere descansar no la respetan en ese deseo de descanso. Hay más desde el individuo un no poder desengancharse de las situaciones cotidianas\», consideró Enrique Novelli, psicoanalista y miembro titular de Asociación Psicoanalítica Argentina (APA).

\»Hay que preguntarse qué está circulando por el psiquismo de una persona en el momento que quiere descansar y por qué no puede hacerlo. No es el ambiente lo que impide descansar, es lo que circula en la cabeza. Hay que replantearse eso\», concluyó.