Día Mundial del ACV: Disminuir los niveles de ansiedad previene Accidentes Cerebro Vasculares

El próximo 29 de octubre es el Día Mundial del Accidente Cerebrovascular (ACV). Por tal motivo, el Centro de Estudios Especializado en Trastornos de Ansiedad (CEETA – www.ceeta.org) advierte sobre la relación que tiene esta patología con los trastornos de ansiedad que desgraciadamente se vieron potenciados por el aislamiento y las consecuencias de la pandemia. Los especialistas aseguran que es de suma importancia la prevención y los controles médicos para disminuir los riesgos de padecer un ACV, que ya constituye la segunda causa de muerte y la primera de invalidez entre adultos de todo el mundo.

Según los especialistas, \»lo que se agudizó durante la pandemia fueron los estados de nervios relacionados con la ansiedad y que contribuyen a un pequeño aumento de la presión arterial, en las personas que ya están con una patología previa de hipertensión esto es muchísimo más peligroso, en las personas que ya tienen presión alta deben chequearlo porque es bastante silenciosa, deben estar medicadas y bajo control médico\», indica la Lic. Gabriela Martínez Castro (Matrícula Nacional Nº 18627), directora del Centro de Estudios Especializado en Trastornos de Ansiedad (CEETA)

Es de destacar que \»La obesidad, el estrés, la mala alimentación y la falta de ejercicio son sólo algunos de los factores de riesgo a los cuales prestar atención\», remarcó el Instituto de Neurociencias Buenos Aires (INEBA). Todos estos aspectos se vieron en aumento a raíz de la pandemia, a lo que le debemos sumar la falta de controles médicos.

Por este motivo los especialistas en trastornos de ansiedad explican cómo, a través de un tratamiento especializado, las personas que padecen algún tipo de trastorno de ansiedad, pueden disminuir en forma determinante la posibilidad de desencadenar una patología biológica como un ACV o una cardiopatía.

Si a todos los aspectos enumerados anteriormente le sumamos los trastornos de ansiedad que se vieron incrementados durante la pandemia como consecuencia del miedo a contagiarse Covid-19, el temor a la inseguridad, a perder el empleo, a los problemas políticos, económicos, el panorama no es alentador.

\»Todo contribuye a sufrir más nervios, más ansiedad, más desesperación por el futuro, más incertidumbre y esto hace que dos o tres puntos pueda aumentar la presión arterial y esto produce o favorece a que se produzcan los ACV cuyas consecuencias pueden ser fatales o dejar secuelas graves e incapacitantes\», agrega Martínez Castro, especialista en Trastornos de Ansiedad.

\»La posibilidad de sufrir un ACV y tener un trastorno de ansiedad es importante ya que ambas dolencias están muy conectadas y una puede ser consecuencia de la otra, pero si el paciente ya está medicado de su hipertensión el hecho de sufrir trastornos de ansiedad hace que la presión baje un par de puntos y bajo control no se llega al ACV. Si el paciente no sabe que sufre hipertensión o la está sufriendo por el estado de nervios que contrajo durante toda esta pandemia, obviamente va a sufrir más la presión y estamos bajo la posibilidad de un ACV Por eso es importante un chequeo para ver cómo está la presión arterial porque es algo silencioso, muchas veces sin síntomas. Si estamos con mucha ansiedad hay que tener cuidado\», completa la especialista.

A la hora de la prevención, desde el CEETA indican que \»se puede prevenir con un chequeo de la presión arterial, pensar a los fines de los nervios y de la ansiedad que en realidad no tenemos que adelantarnos en forma negativa al futuro sino la mente hace lo que quiere sin control y se adelanta. Lo importante es darnos cuenta que nos estamos adelantando en forma negativa e intentar no hacerlo, o por lo menos no en forma negativa sino en forma realista y reiteraos, concurrir a un chequeo médico\»

Por otro lado, todo trastorno de ansiedad tiene componentes y sintomatologías físicas, como taquicardia, aumento de ritmo cardíaco, leve aumento de la presión arterial, entre otros. Si este tipo de síntomas son padecidos por personas con predisposiciones marcadas a sufrir hipertensión, éstas estarían más predispuestas a padecer un ACV.

Estos casos pueden darse en personas que sufren trastornos de ansiedad como pueden ser: el Trastorno de Pánico, que es altamente conocido, o el Trastorno por Ansiedad Generalizada.

En este último caso, es decir los trastornos por ansiedad generalizada, “la persona se preocupa excesivamente por cuestiones de la vida cotidiana y no puede priorizar, pues le resulta igual de importante la operación de riesgo de un familiar, que llegar impuntual a una cita”, explica Martínez Castro. Sin dudas este es uno de los trastornos que más creció en los últimos meses.

Por su parte, quienes padecen ataques de pánico “experimentan la sensación de estar cerca de la muerte, o la locura, sufre taquicardia, falta de respiración, ahogo, entre otros efectos”, dice Martínez Castro.

Éstos serían los dos trastornos de ansiedad que más predispondrían a las personas con una tendencia biológica, a padecer una patología vascular, como las mencionadas anteriormente.

Desencadenantes

Los estresores desencadenantes, que hacen que una persona sufra altos niveles de ansiedad, pueden ser muchísimos, pero siempre dependen de cada paciente en particular. Es decir que “una misma situación estresante puede ser tomada de diferentes maneras. Lo que puede es estresante para mí, no lo es para otra, ya sea porque siente que tiene los recursos necesarios para manejarlo o simplemente por su forma de ser”, explica la directora del CEETA.

De todas formas, hay estresores que son objetivamente estresantes en si mismos, como por ejemplo dificultades económicas, inseguridad, problemas familiares, dificultades sexuales, una mudanza, la muerte o enfermedad de un ser querido, el nacimiento de un hijo, un cambio de trabajo, la adaptación a un nuevo lugar, el encierro, la incertidumbre, entre otros.

Los estresores no siempre son negativos, el cambio de trabajo a un nivel superior o la mudanza a una casa mejor y con mayores comodidades, pueden generar estrés ya que implican un alto gasto de energía.

“Como mencioné anteriormente, hay personas que con una capacidad de adaptación muy grande y no tienen predisposición para padecer estrés o ansiedad. Éstas pueden manejar muy bien los niveles de ansiedad o bien tienen recursos que se lo facilita. Con lo cual son personas que se adaptan fácilmente y no les aumenta el nivel de ansiedad cuando tienen muchas exigencias o distintas presiones sociales”, agrega.

El tratamiento

Realizar un tratamiento adecuado disminuye en forma determinante la posibilidad de desencadenar una patología biológica como es un ACV o una cardiopatía

En este caso el recomendado por Gabriela Martínez Castro es la terapia cognitivo-conductual (TCC) ya que es un tratamiento es breve, conducido por expertos en la materia, de forma tal que el paciente debe estar de alta a los 4/6 meses de haberlo iniciado, habiendo recuperado sus actividades habituales, sin sintomatología física ni emocional.

El equipo de profesionales del CEETA está disponible para consultas o entrevistas sobre el tema enviar whatsapp aquí  11 5312 6795 para concretarlas o enviar un mail a candela@quasarcomunicacion.com.ar  

El Centro de Estudios Especializados en Trastornos de Ansiedad (CEETA) tiene su sede central en 46 Plaza, Edificio Agora 3, 1º piso oficina 109 (Ramal Pilar Km 46). Teléfono: 0230-4667175 o al 011-4788-6245 / www.ceeta.org  También tiene sedes en  Parque Patricios, Barrio Norte, Belgrano, San Isidro, Morón, Lomas de Zamora, Avellaneda, Quilmes, Uruguay, entre otras. En facebook y en instagram el usuario es @ceeta.ansiedad  Consultas por WHATSAPP: +54 9 11 2376-6633 o haciendo click aqui http://bit.ly/whatsappceeta

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