El Centro de Estudios Especializado en Trastornos de Ansiedad (CEETA) realizó un informe sobre la decepción postelectoral o síndrome de Estrés Traumático Postelectoral
Cuando se acercan las elecciones, comienzan los debates, las divergencias en las propuestas, y cada candidato va generando sus adeptos, sus seguidores. De esta manera se va gestando una ilusión en los ciudadanos y cuando elegimos una opción política nos comprometemos, muchas veces, de manera muy energética.
La Lic. Fabiana Castro Cabral, del CEETA (MN: 47.240) asegura que “en las elecciones políticas puede ocurrir que el candidato elegido no haya alcanzado los votos necesarios para ganar, y esto es un acontecimiento posible y normal del ejercicio de la democracia. Para los seguidores de ese candidato, esta derrota, puede implicar el desarrollo de una “depresión post electoral”.
Según un informe de BBC Mundo, en Estados Unidos, la decepción postelectoral tiene su denominación específica como trastorno: Síndrome de Estrés Traumático Postelectoral (sigla en inglés: PESTS: Post Election Stress and Trauma Syndrome). Este concepto fue acuñado luego de la derrota electoral de John Kerry ante George W. Bush en el 2004.
A través de la BBC Mundo se informó que a pesar de que este síndrome no se considere como un diagnóstico psicológico válido, los expertos aseguran que frente a la derrota de su candidato preferido, “una persona puede sentirse invadida por una suerte de desánimo ante la vida, falta de confianza en las instituciones electorales, cierta indignación o rabia, y también apatía”.
Castro Cabral indica que “se producen en el individuo una serie de manifestaciones psico-orgánicas que se manifiestan como un cuadro de ansiedad. Entre sus síntomas principales se encuentran: aislamiento, ira, irritabilidad, desinterés, amargura, principio de anorexia, insomnio, pesadillas y preocupaciones excesivas acerca del futuro del país. Este cuadro se manifiesta de manera más intensa cuando la persona ve que mientras él está de duelo, otros están festejando. Esto hace que, a menudo, los perdedores recurran a la acción inmediata y emprendan actividades de protesta, sobre todo en el caso de países polarizados o cuando el resultado electoral es muy ajustado. Las personas que se encuentran más involucradas en el devenir político de su país, pueden caer en un proceso de desorientación severa. Surge para ellos la necesidad de rodearse de personas que piensen igual y sienten el temor a que la situación del país empeore”.
Este síndrome sigue la misma premisa de las cinco etapas del duelo definidas por la psiquiatra suizo-estadounidense Elisabeth Kubler Ross. Estas etapas serian: negación, ira, negociación, depresión y aceptación.
Este cuadro es de corta duración en la mayoría de las personas pero en otros, puede ocurrir que se prolongue por más tiempo generando síntomas como taquicardia, colon irritable, insomnio, sensación de dificultad respiratoria, etc.
El doctor Alan Steinbach de la Universidad de Berkeley afirmó que no se debe presionar a las personas que están abatidas por las elecciones para que salgan de ese ciclo ya que quienes sufren este síndrome se pueden sentir frágiles y cínicos, por lo cuál decirles que tienen que superarlo y seguir adelante con sus vidas puede ser contraproducente.
Este fenómeno ha llegado hasta las páginas de Asia Times online donde los doctores reconocen que después de las elecciones el número de personas diagnosticadas con ansiedad o depresión aumenta en un 10% (artículo del día 1/12/2004, Taiwan’s ‘post-election stress syndrome’).
Allen McConnell, profesor de psicología social de la Universidad de Miami en Ohio, menciono “Quienes hayan votado por el candidato derrotado estarán seguramente tristes y molestos, pero no se dan cuenta de lo rápido que lo superarán, cuando empiecen a preocuparse de nuevo por las cosas del día a día, que no tienen nada que ver con las elecciones presidenciales”
Allen McConnell añadió conforme pasa el tiempo, otros eventos como el trabajo, la familia, ocuparán su mente. La elección presidencial se va desvaneciendo mucho más rápido de lo que ahora anticipan”